miércoles, 31 de diciembre de 2008

Al Final de Cuentas...

“...Al andar se hace camino
Y, al volver la vista atrás,
Verás la senda que nunca
Has de volver a pisar.”


Se va un año mas, y con él se cierran etapas, se abren otras, y uno tiende a meditar sobre todas las cosas que hemos vivido.

En verdad, este ha sido un año especial, sino el que más, no sólo por todas las vivencias que discurrieron en él, sino por la forma en que afectó mi vida.

Es curioso como la vida te enseña cosas, y te pone en los puntos de reflexión más curiosos... yo, que por profesión y oficio vivo de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo, de playa en playa, todo el tiempo, no importa el día ni la fecha, me encuentro hoy, a escasos minutos de las doce de la medianoche, exactamente en el mismo lugar en que me encontraba a la misma hora del mismo día del año pasado! Ese coincidencial Dejá-vú me dejo la extraña sensación de que había sido sólo ayer cuando me encontraba, entre tanta gente, solo en la playa, bajo una noche fresca y estrellada, con una esperanza en la mente... el año que entra va a ser año!

Bueno, y en cierta forma lo fué.

Al caminar por la arena, contemplando el mar que mas bien parece un lago, cristalino y en la mas absoluta calma, y al sentir la brisa fresca con olor a mar rozándome la cara, pasó por mi cabeza, como un documental, todo lo que ocurrió luego de aquella noche... como si fuera ayer.

Recuerdo los planes de boda, la lista de invitados, la tela del traje, la sensación visceral de que no era lo correcto, y la discusión final que lo echó todo por la borda.

También me recordé del cansancio, ese cansancio que me llegaba hasta los huesos, hasta el alma...

Me acuerdo de las vacaciones que tanto quería disfrutar con mi pareja, para botar el estrés, ese agotamiento mental y emocional que me agobiaba, para re-encontrarnos y re-encontrar la razón de ese “nosotros”... y pasan por mi mente las tristes imágenes de mí esperándola en el hotel, mientras ella en cambio sacaba sus cosas del apartamento para mudarse con una amiga, en un lugar desconocido.

Aquí llegan los recuerdos de tristeza, de depresión, de grandes amigos (bueno, una gran amiga) que hicieron pequeñas cosas que significaron tanto... personas que estuvieron y hoy ya no están, personas que estuvieron y hoy aún están...

Recuerdo que abrí un blog...

Recuerdo como llegó ella a mi vida.

Ella llegó y entro, primero lentamente, luego súbitamente. Esa sensación, ese sentimiento nuevo, inexplicable, embriagador, inundó de repente mi mente y mi corazón, como si fuera ayer... Ella me sacó de mi inercia y me empujó hacia un destino nuevo, prometedor, me mostró el camino y me haló de la mano..

Recuerdo como ella salió de mi vida, el sabor amargo aun inunda mi boca.

Muchos recuerdos se quedaron sin escribir, muchas aventuras, muchas... pero recuerdo el mar, el amanecer mas bello que jamás he visto, el olor a mar mezclado con chocolate, el frío de la madrugada, el calor de sus abrazos, su dulzura, su tierna voz... a veces la vida nos sorprende, mostrándonos lo que hubiera sido si alguien hubiese aparecido sólo un poquito antes...

Ya el año agoniza, sus minutos son escasos y están bien contados, como aquel viejo patriarca que lentamente muere, y sus deudos se reúnen en torno a él esperando sólo su muerte para tomar posesión de su herencia.

Y yo, en la playa, contemplando la gente gozando, viendo sus relojes, cantando y bailando, miro al cielo, contemplo las estrellas y me doy cuenta que, al igual que aquella vez, el año termina como empezó... con una esperanza.

La felicidad no es la meta, es el camino.

...al final de cuentas.

FELIZ AÑO 2009!!!

jueves, 13 de noviembre de 2008

Ternezas

Hoy miro brotar el alba
Llena de lindos colores,
Como bordada por tí.

Y sus trinos y sus flores
Envenenan mi nostalgia
Y me hacen sentir feliz.

Hoy le pido a las ternuras
De tus manecitas blancas
Que cuiden de mi cariño,
Que me traten como a un niño
Hijo de la soledad.

Ay,
Si la luna conversara
Cuantas cosas te contara
De este pobre corazón.

Ay,
Si la fuente con su arrullo
Te dijera en su murmullo
Las ternezas de mi amor.

Muy cruel es pensar que en tu alma
No anida un cariño.
Cariño que sólo te pido
Con gran devoción.

Ay,
Si Dios quisiera que un día
Te antojaras de mi vida...
Cuanto quisiera yo a Dios!

Moisés Zouain.

viernes, 3 de octubre de 2008

El regalo mejor

Qué se le puede dar a alguien que lo merece todo?

Ayer celebré tu cumpleaños tan pronto ví asomar el sol
Y en ese día tan glorioso fue cuando todo acabó.
Algo que empezó jugando, surgió el romance, nació la ilusión
Y así, como ilusión al fin, al soplar el viento se la llevó.

Ahora que ya nada importa, ahora que todo es fútil...

Pienso en tí todo el tiempo, y aun pienso
Que mi alma ahora sufre, no por desilusión, sino por querer tanto
Que dí tanto de mí por tí que ahora no me queda nada.
Y al mirar a mi interior veo el nidito donde tu amor reposaba...
Que todavía está.

Qué se puede hacer, qué se puede dar?

El mejor regalo que le puedes dar a alguien,
No es tu tiempo
El tiempo es una jarra vacía, lo valioso es con qué la llenas
Quizás sea la amistad
Pero no tuve tiempo de regalarle eso,
y el tiempo ya no queda, y quería darle algo mas grande.

Qué se le puede regalar, qué le puedo dar?

Ya entiendo el vacío de mi alma, ya comprendo mi desilusión
Quería regalarle algo grande, algo único, valioso, especial,
Algo que ella apreciara y lo pudiera atesorar
Porque el presente mas valioso no es el que te sobra,
Sino el que añoras.
Porque a alguien único le das algo único,
Definitivamente...
El mejor regalo que le puedes dar a alguien,

Tu corazón.

...Porque lo he considerado como el regalo mejor.

sábado, 2 de agosto de 2008

Cuando se rompe la taza...

Recuerdo que cuando era niño tenía una taza.
Era una taza de cerámica, muy delicada, blanca y de bordes finos cubiertos con una línea dorada que parecía de oro, y en ella me desayunaba todos los días con un rico y espeso chocolate caliente en el cual zambullía un pan de agua tostadito y untado de mantequilla. Era un ritual diario, casi ceremonial... me sentaba frente a la televisión y, mientras veía los muñequitos me comía lentamente el pan mojado en el chocolate y, cuando ya no había más pan, me bebía el resto del chocolate que quedaba, que con los restos de mantequilla diluída le daba un sabor único!

Esa, por costumbre, se había convertido en “mi taza”.
Supongo que todo comenzó el día que me sirvieron el primer desayuno de chocolate caliente con pan en esa taza, y me gustó tanto que al día siguiente me lo dieron otra vez, en la misma taza, y así sucesivamente, hasta que llega el punto inconsciente en el que uno ya asocia la taza con el chocolate, y se hace tan cotidiano el uso de ella que ya forma parte de la rutina diaria... si no veía la taza, es que no había chocolate y, si la veía, se me hacia la boca agua !

Nadie más podía ya usar esa taza.
Se había convertido, por costumbre, en mi propiedad, y miraba mal a cualquiera que osara a tomar esa taza de la gaveta de la cocina para nada que no fuera mi famoso chocolate con pan, que para ese entonces me gustaba tanto que a veces lo pedía también de cena.

Pero, un buen día, la taza se rompió.
Aún recuerdo el reguero de chocolate en el piso, y la taza igualmente desparramada en exactamente 4 pedazos incluyendo el asa. Me quedé un par de minutos contemplando con impotencia la escena... esto no puede estar pasandome! Ese día me acuerdo que no me desayuné con el chocolate habitual, sino con el pan y otra cosa que mi mamá hizo a último minuto antes de irme al colegio. Procuré recoger los pedazos, lavarlos con agua y guardarlos en un lugar de la cocina para que no los botaran. No me acordé más de la taza hasta la mañana siguiente cuando, como de costumbre, esperaba mi rica taza de siempre con su rico chocolate caliente pero... oh, y esto?

Me traen el chocolate en una taza nueva.
Me acuerdo que era color marrón claro, gruesa, más alta que la otra y sin líneas doradas, y créanme que el chocolate no me supo para nada igual!, de hecho, la sensación de los bordes gruesos de la nueva taza le daban una textura nueva al chocolate, y me desagradó mucho. Yo quería mi taza de nuevo!!

Entonces, intenté reparar la taza rota.
Había una especie de pegamento especial en casa que decía “para reparar cerámicas, losas, etc..” y decidí pegar los pedazos rotos de la taza con eso!. Me entusiasmó ver que los pedazos encajaban perfectamente. No se había perdido ni un pedacito y, luego del tiempo de secado que decía el pegamento, la taza estaba lista! También me acuerdo de la risotada de mi madre cuando la vió, diciéndome que botara eso, que ya no servía, y que para eso ya yo tenia otra, pero yo no le hacia caso, es que ella no entendía... esa era MI taza!

Pero, ya la taza no era la misma.
El sabor había cambiado... el chocolate, que había que servirlo tibio a petición mía para que no se desprendiera el arreglo, tenía ahora un sabor a pegamento, y no podía agarrarla por el asa por temor a que se despegara. Sin embargo, yo persistía, porque creía que el sabor a pega se iría, que el pegamento se solidificaría, y que en un tiempo corto ni se iba a notar que fue arreglada. De hecho, ya me estaba acostumbrando al sabor raro cuando, lamentablemente, agarrando la tasa por el asa, ésta se despegó y cayó.

La taza se volvió a romper, y ya no se podía reparar más.
Fué mi madre quien se encargó de botarla entre boches y reproches de que no me atreviera a volver a arreglarla, y me sirvió el chocolate en la taza nueva que me había comprado. Pero, esa taza no me gustaba! Yo quería mi tazaaa!! Esa era MI tazaaa, de toda la vidaaa!!!. No me tomé el chocolate.

Entonces, aborrecí la taza nueva y el chocolate caliente!
Le dije a mi madre que me hiciera otra cosa de desayuno y, en vez de chocolate caliente, preferí que me hicieran Cocoa fría, que me la tomaba en un vaso, por necesidad.
Pasó el tiempo, mucho tiempo y, ya grande yo, me antojé de una buena taza de chocolate caliente con pan, y me decidí a hacerla yo mismo. Cuando busqué una taza para servirlo, me tropecé con aquella taza que yo no quería, y en ella serví el chocolate caliente... y me emocioné al encontrar el mismo sabor a chocolate que me fascinaba de antes, y ahí me di cuenta....

Me había enamorado de una simple taza, y en realidad lo que me gustaba era el chocolate!
Pensaba que esa era la única taza en el mundo que podía brindarme ese sabor y, cuando se rompió, me aferraba a esa taza por la costumbre, y la arreglé por la esperanza de que volviera a ser como el primer día, pero las cosas arregladas ya no son nunca iguales.

Uno se aferra a lo que se tiene por mucho tiempo, porque crees que solo ahí es que el chocolate es bueno, pero...

...El chocolate, cuando es bueno, sabe bueno en cualquier taza!!

jueves, 17 de julio de 2008

Lo que yo quiero

Que nadie me conozca y que nadie me quiera.
Que nadie se preocupe de mi triste destino.
Quiero ser incansable y eterno peregrino,
Que camina sin rumbo porque nadie le espera.

Que no sepan de mi vida ni yo sepa la ajena.
Que ignore todo el mundo si soy triste o dichoso.
Quiero ser una gota de un mar tempestuoso
O en inmenso desierto un granito de arena.

Caminar mundo dentro, solo, con mis dolores.
Nómada, sin amigos, sin amor sin anhelos.
Que mi hogar sea el camino y mi techo sea el cielo,
Y mi lecho las hojas de algún árbol sin flores.

Cuando ya tenga polvo de todos los caminos,
Cuando ya este cansado de luchar con mi suerte,
Me lanzaré en la noche sin luna de la muerte
De donde no regresan jamás los peregrinos.

Y morir una tarde cuando el sol triste alumbre.
Descendiendo un camino,
O ascendiendo una cumbre,
Pero donde no haya quien me pueda enterrar.

Que mis restos, ya polvo,
Los disipen los vientos
Para cuando ella sienta remordimiento,
No se encuentre mi tumba ni me pueda rezar.

Héctor J. Díaz

miércoles, 18 de junio de 2008

Quisiera decirte...

Descansa en mis brazos.
Ponte cómoda, siente como te protejo y te cuido,
Cierra los ojos.

Déjate llevar,
No tengas miedo, que yo estoy aquí contigo y no te dejo.
Duerme tranquila.

Confía en mí,
Mi sentimiento es sincero, y ves como cada día te lo demuestro.
No temas.

Me provoca decirte todo esto al oído,
Mientras te abrazo y veo tus ojos cerrados,
Tu semblante serena y tus labios…
Pero no lo hago.

Prefiero seguir contemplando en silencio ese regalo de Dios,
Un milagro ante mis ojos que quizás
No se repita jamás.

Me provoca decirte mil cosas al oído,
Tantas que se agolpan en mi interior y no salen,
Y se convierten en una sensación tibia, nueva, envolvente…
Que sólo me provoca abrazarte, y besarte,
Y no soltarte jamás!

Me provoca decirte tantas cosas, cuando duermes en mi pecho…
Que solo te diré una.


…algún día.

jueves, 29 de mayo de 2008

La llamada.

Me encontré con Juan de nuevo.

Me estaba contando, entre otras cosas, que hace unos días recibió una llamada.

Resulta que Juan lleva tres meses sobrio de una relación tóxica de mas de 3 años, que terminó tan abruptamente como comenzó. Alguien le dijo a Juan: “Oye, el dolor es inevitable, pero sufrir es opcional”, y el lo llevó al pie de la letra, hasta el punto de que ya, a sólo tres meses después, su mente y su corazón estaban muy ocupados en otra persona y en otros asuntos… hasta que recibió la llamada.

Me dice él que estaba en una oficina, por la tarde, haciendo unas diligencias cuando, de repente, sonó su celular.

Juan sintió un brinco en el corazón, y pensó: “es ella!”, tomo el celular, y antes de abrirlo vió el número… no, no era ella. “Bueno, pero quien será?”, pensó Juan, al ver un número que, aún cuando no podía recordar bien, le parecía algo familiar. “Ah, quizás sea una de las que he conocido en estos días”, dijo él para sí, mientras el celular seguía sonando, “Que suene, que no estoy en eso ahora” y optó por dejar que la llamada se cayera.

Al rato, luego de Juan concluir sus diligencias, tomó el cel y llamó al buzón de voz, a ver quien lo había llamado. Honestamente, esperaba oír el mismo mensaje de siempre: “Hola!, te acuerdas de mí?... soy fulanita, solo quería saber como estas y saber si estas bien, me haces falta, bla, bla, bla...”, y cosas así, de chicas que conoció casualmente y que pierden el interés tan pronto como las dejaba de ver, pero… Oh, sorpresa!

Escuchó una voz de mujer muy familiar, que en un tono muy alegre le decía algo muy similar: “hola, Juan, soy yo… (silencio) ...nada, solo te llamaba porque quería escucharte, para saber como estabas..., espero que estés bien, así que... (silencio) ...nada, hablamos después, Bye.” Algo así, según él.

No, no era ella... era su Ex.

Juan me dice que lo que más lo desconcertó no fue la llamada en sí, ni lo que ella dejó grabado, sino lo que sintió luego de escuchar la llamada.

Juan no sintió un brinco en el corazón, ni un malestar en el estomago, ni un suspiro de alegría, ni un esbozo de sonrisa, nada de eso. Por el contrario, lo que sorprendió a Juan es que se sintió molesto con la llamada, y no molesto por el contenido, sino por la llamada misma!. Se sintió igual que si lo hubiera llamado una de tantas que le asedian el celular, por lo que el opta por no responder llamadas desconocidas.

“Que pasó?”, me preguntó Juan, “Yo realmente pensé que la amaba, y que todo ese tiempo juntos no se iba a borrar en un par de meses…”. El realmente pensaba que lo que estaba haciendo era suprimiendo un sentimiento con otro y que, al mínimo contacto con su ex, todo eso afloraría nuevamente… pero no!

Al final se dió cuenta de que su “gran amor” no era más que una gran adicción, como yo le había dicho tantas veces… sólo tenía que alejarse de esa droga por un tiempo prudente, y después que se le pasara el “mono”, vería como esa misma droga había manipulado su vida.

Ahora Juan me dice que se siente como uno de esos fumadores de cigarrillos que, luego de fumarse varias cajetillas al día y no poder estar sin uno encendido, un buen día lo deja y, varios meses después, ya no le hace falta, peor aún, ya el olor a cigarrillo le hiede.

martes, 13 de mayo de 2008

Quiero...

Enredarme en tu cuerpo, quiero.
En tu pelo, en tus brazos, en tu boca, en tus pechos…
Perderme en la estrellada noche de tus ojos quiero.

Quiero,
Tenerte toda para mí, yo quiero.
Sentirte que eres mía, solo mía.
Peinar con mis manos la fina seda de tu piel noche y día,
Y ser yo una parte de tu vida, solo quiero.

Quiero,
Estar cerca, muy cerca de tí todo el tiempo, quiero.
Y escucharte hablar mucho, mucho todo el tiempo.
Que tu voz me transporte y me eleve más allá del cielo,
Para ver donde vives tú, mi ángel, eso quiero.

Quiero,
Que no haya un “tú y yo” sino un ‘nosotros”, quiero.
Empezar a plasmar el primer capitulo de nuestra historia.
Con tinta de amor escribiendo cada letra y cada coma,
Y que un día la lean nuestros hijos y nuestros nietos, yo quiero.

Quiero,
Romper todas las ataduras que nos separan, quiero.
Que Dios coloque nuestras vidas en perfectos senderos,
Que me conceda al menos uno de estos deseos,
Para hacerme el hombre mas feliz del mundo,
Y poder demostrarte al fin cuánto te quiero!

…Quieres?


(…Para tí, mi Bella!).

viernes, 2 de mayo de 2008

Pensando en voz alta...

Los otros días leí en el blog de Mya un post llamado “Desahogo V”, donde ella escribía las cosas que más le molestaban… muy buena idea!.

A veces es bueno hacer ese ejercicio de sacarse de la cabeza las cosas que día a día molestan a uno hasta el punto de ebullición, así que ahora voy yo a decir lo que me disgusta sobremanera.

Si ella lo hizo, entonces lo hago yo!

No se cual es peor, pero empiezo con los dominicanos que, sabiendo uno que nacieron aquí, que vivieron aquí, y que solo fueron a "nuebayol" por un par de años a hacer lo que sea, regresan a su país y… Oh, surprise!!, ya no hablan NADA de español y, si se les zafa alguna palabrita, sin querer queriendo, la dicen con acento boricua o americano!

Tuve el raro placer de conocer a una parejita así, hospedada en un Resort de aquí. Se les veía por encima de la ropa que ambos no solo eran nacidos aquí, sino que nunca habían viajado más allá de Puerto Rico y , sin embargo, se empecinaron a comunicarse sólo en un inglés de muelle con todo el mundo y, cuando les decían que hablaran en español, respondían que ya se les había olvidado!

El día que debían salir del hotel se descubrió que la supuesta parejita de "nuebayol" no tenía ni un dólar para pagar el hotel, ya que se habían quedado una semana más de lo que el paquete les cubría. Ante la imposibilidad de pagar la cuenta tan abultada, el supuesto novio de la joven optó por fugarse del hotel a través de la playa, dejando a su "sweetheart" en manos de Politur (policía turística), donde dicen que habló en un español nítido.

Otra cosa que me hierve la sangre, sobretodo en estos días… es la campaña política!

Óyeme, hay una frase de un escritor de hace mas de cinco siglos que dice “Cualquier tiempo pasado fue mejor”, y esa es la estrategia de campaña de tooodos los partidos, período tras período tras período! …que en el gobierno pasado el pollo estaba a tanto, pero ahora esta mucho mas caro!, que nunca la calle había estado tan mala como ahora!, que nunca había habido tan poco dinero circulante como ahora!, y así por el estilo.

En toda mi vida como dominicano, no he visto nunca a nadie en ninguna parte diciendo: “óyeme, ahora es que la cosa esta buena!”, a menos que no sea parte del mismo gobierno, o que se refiera a otra “cosa”, y es que nadie en ninguna parte del mundo ni en ninguna época esta conforme con lo que tiene en el momento, y siempre añora el pasado, aparte de que es una regla en economía que los precios siempre tenderán a subir. El quid del asunto está en que el poder adquisitivo de la población suba en la misma proporción.

Para mí ningún gobierno ha sido bueno, ningún partido sirve, por eso siempre voto por el que considero el menos malo, pero ya me harta (mejor dicho, me Jarta) oír siempre los mismos argumentos, la misma cantaleta y los mismos anuncios de campaña, año tras año, elecciones tras elecciones… y ahora cada dos años!!!

Ahora, quizás lo que mas me hierve la sangre, a veces, es la hipocresía!

Hay mil y una vertientes de ser hipócrita, pero todo radica en el hecho de vender una imagen falsa, de mostrar una cara cuando se siente lo contrario, etc… y quizás todos hemos sido hipócritas en un momento dado, ya sea solo para ser educados, o para no herir al otro, por alguna razón excusable, pero cuando es para sacar un beneficio, ahí sí que molesta!

No sé si llamarlo hipocresía, pero estoy seguro que las mujeres ya deben de estar cansadas de la misma “muela” de los hombres cuando solo quieren llevárselas a una cabaña y ya, tanto como yo me canso de oír las mismas sandeces de ellas… “Ay, es la primera vez que hago esto!”, “Que tu vas a pensar de mi??”, “Yo nada mas he tenido un solo novio...”, “Nunca había sentido esto con nadie!” …yeah, right!

Imagínense esta mujer, que priva en santita, que se hace la difícil para aumentar el interés del supuesto pretendiente, que le dice a éste que ella nunca ha estado con otro mas que con su primera pareja... que le dé tiempo... que ella no es como las demás… mientras el tipo no hace más que reírse ya que su jefe, un amigo muy indiscreto, le acaba de contar con detalles como él se la tiró encima del escritorio de su oficina, aparte de que sabía muy bien como ella se había ganado cierta “reputación” en la empresa.

Acabo de ejercer mi derecho al desahogo.

…algún problema?

lunes, 28 de abril de 2008

Kit Kat

7:30 am. Suena el teléfono, solo unos segundos después de que Juan había apagado la alarma de su despertador.

-Buenas, me habla el médico? suena una voz de mujer, con acento español, y un cierto dejo de ñoñería.

-Sí, él le habla, contesta Juan con la voz aún ronca por acabarse de despertar, en qué le puedo ayudar?

-Ay mire, doctor, es que yo he amanecido hoy como algo malita, y quisiera que usted me revisara a ver que me pasa... ah!, y se recuerda que me dijo que no me iba a cobrar?

Oh, noo!!, piensa Juan, mientras cierra los ojos con el teléfono aun en la mano, y es que en ese momento recordó que unos días atrás, mientras andaba caminando por el bar del hotel, se topó con un grupo de españoles que conversaban muy animados, y del grupo sobresalía una mujer que parecía ser el centro de la atención del grupo. Al pasar cerca de ellos, comenzaron a preguntarse: “y quien será ese?” y responde otro:”Hombre, que no ves que es el médico del hotel?”, y no hizo Juan mirar bien al grupo cuando la mujer salta hacia él, muy risueña y coqueta, lo abraza y le dice:

-Oye, guapo, me dicen que eres el médico de aquí…

-Si, para servirle, le dice Juan muy profesionalmente.

-Ay, doctoor, es que yo tengo un dolorcito por aquí, tocándose el bajo vientre, a ver si me puede poner una inyección de “Pollardón 500”, qué cree usted, doctor?, terminó diciendo mientras contenía la risa, lo que no pudieron hacer sus compañeros.

Juan
, que no entendió el chiste, le respondió, sin salirse nunca de su tono e imagen profesional:

-Bueno, tendría que hacerle un examen médico primero… y ahí lo interrumpe la mujer diciéndole en un tono seductor:

-Pero doctor, y usted me va a cobrar a mí…?

Juan
dejó escapar una sonrisa de simpatía, y le respondió en un tono muy caballeroso:

-No, a usted no le voy a cobrar.

-Vale!, y como se llama usted, doctor?

-Juan, y usted?

-Sofía.

Juan recordó todo esto en un par de segundos, justo lo que le tomó en responderle:

-Si, si, no hay problema. Dígame su número de habitación.

Juan
anota el número, se levanta, se arregla rápidamente y toma su maletín de médico. La ventaja de Juan es que duerme en pijama de cirugía, que no es mas que una camisa azul de mangas muy cortas y cuello en V, y unos pantalones del mismo color y de la misma tela muy liviana y suelta, que en vez de cinturón viene con un cordón para amarrárselo rápido
Así sale Juan en pijama a ver a su paciente, aun sin haberse despertado bien, y francamente un poco molesto porque va a ver a una paciente que, aparte de ser una consulta de cortesía, lo saca de la cama recién despertando, y lo peor es que está casi seguro de que será una consulta de balde, porque cree que ella está bien.

Llega a la habitación, y toca la puerta…

-Adelante, entre, que está abierta!, escucha Juan a la española decirle desde adentro.

Juan entra a la habitación. Es un desorden!, ropa tirada por todo el suelo, maletas abiertas en el piso, pero Juan no prestó atención a eso. El observa inmediatamente a la paciente, quien está recostada en su cama, arropada hasta el cuello, y al lado de ella pudo ver unos Panties encima de la lamparita de noche, y en la mesita de la lámpara una gran botella de ron Brugal Extra Viejo, con varias botellas abiertas de Coca-Cola, y un vaso a medio llenar…

-Ay doctor!, estoy malita!, decía ella entre quejándose y riéndose.

-Dígame a ver, que le pasa?

-Ay, doctor, es que anoche me fuí de copas!, estaba en la disco con unos chavales amigos míos, pero no la pasé muy bien, porque estaba algo aburrida con ellos, y me vine a la habitación como a eso de las 2:00 am

-Bueno, entonces parece que sí se divirtió… dice Juan, aún sin comprender bien lo que le pasa a la mujer.

-Bueno, sí, pero es que esos chavales son muy pasa’os!, dice Sofía mientras se levanta de la cama, mostrando una bata semi-transparente, que deja ver una silueta muy voluptuosa, y confirma la sospecha de Juan de que no llevaba ropa interior.

-Mira que uno de los gerentes de aquí, Francisco, me estaba llamando luego como a las 3:00 am para ver si podía subir a mi habitación, y yo le dije que no!, continuó diciendo ella, - parece que el tío ese pensó mal de mi, quizás porque estábamos en la disco bailando Reggueton y yo me puse a bailarle así y, mientras lo decía, se le acercó a Juan de espaldas y muy sensualmente le bailó, de espaldas a él, pegándole las nalgas a las caderas de Juan, y sobándoselas de manera circular, de arriba abajo, sintiendo como la piel caliente de Sofia, a través de su fina bata de seda, calentaba el sexo de Juan, haciéndole responder de inmediato.

-Eh, déjame ver otra vez, dijo Juan en tono suave, -como fué que le bailaste a él?

-Oh, así!, y le repitió el movimiento esta vez con más malicia y más erotismo.

Eso era lo que Juan necesitaba para saber qué le pasaba a Sofía, y cual debía de ser el tratamiento.

La terapia fué bien intensa y, para sorpresa de ambos, les tomó mas de 4 horas corridas, sin interrupciones de ningún tipo, y usando todo el arsenal del que ambos disponían! Quizás al principio, si Juan fuera más observador, hubiese notado al entrar la tremenda caja de condones Protex que estaba en la cama sin abrir, y que debía de tener como veinte o más de esos. Ambos los usaron.

Al final, luego de la maratónica ronda, Sofía le dice a Juan que tiene que empacar, porque ella se vá ese día, y tiene que estar en el lobby en 1 hora para el check-out, o sino el grupo la deja.

-Y oye, guapo, no se si todos los dominicanos son así como tú, pero la verdad es que tú le das mil patadas a cualquier hombre de mi país!

-Ah, y llévate esto, que ya no lo quiero!, le dice Sofía, entregándole a Juan una caja con 20 barras de chocolate Kit Kat.

-Y esto, dice Juan entre sorprendido y algo indignado...

-No, no lo tomes a mal, es que aunque no lo creas, hacia muucho tiempo que yo no hacía nada, y mi fantasía era encontrar a un rico dominicano para eso y, si al final tampoco hacía nada, entonces me iba a hartar de chocolates, porque es lo mas parecido a un orgasmo, me entiendes?

Horas después de haber partido Sofía estaba Juan, recostado en la cama de su habitación con una sonrisa de oreja a oreja, disfrutando de una barra Kit Kat, y saboreando los ricos, deliciosos e intensos momentos de placer que vivió esa mañana inesperada, con su “pacientita española”.

Le tomó a Juan dos días comerse todos los Kit Kats y, aún hoy, cada vez que pide un chocolate, pide uno de esos, porque cada mordida revive en él los sabores, los olores y las sensaciones mas intensas de aquella suculenta terapia matutina.

sábado, 19 de abril de 2008

La “Femme Fatale”

No podía dormir (oye, esta vaina de los blogs de verdad que envicia a uno!). Estaba muy cómodamente acostado en mi cama, pero aun así, mis ojos no paraban de moverse, y sentía algo incomodo, como una ansiedad por algo, y me dí cuenta de que necesitaba escribir!. Me paré, me vestí, y salí a las 12:30 de la madrugada hacia mi oficina, porque ahí fué que dejé mi laptop, solo para abrir una página de Word en blanco…

Que escribo?, me pasan mil cosas por la mente, déjame agarrar una… Ah!

Personalmente tengo la firme convicción de respetar el derecho ajeno a expresar cualquier cosa, siempre que no haga daño a otro, por eso escribo aquí. Aunque, debo confesar mis gustos (a los cuales también tengo derecho). Estuve navegando por la populosa Blogósfera Dominicana, y me encontré muchos Blogs de relatos eróticos, sexuales, de todo tipo.

Confieso que la mayoría me sorprendieron, literalmente, unos por lo explícito de sus relatos, y otros por lo poético y la forma metafórica de describir lo mismo, y lo más sorprendente es que todos estan escrito por mujeres! pero, por mas que me encante leer relatos eróticos de experiencias sexuales ajenas, no dejo de pensar lo mismo… una experiencia sexual, ya sea un simple agarre por puro placer, o la unión de dos almas que se aman a través de sus cuerpos, debería ser un acto íntimo, para el solo disfrute de la pareja que lo hace, o de quienes lo hacen, si son mas de dos.

Quizás soy yo que estoy un poco anticuado, o quizás es por la experiencia acumulada, pero yo que antes, cuando adolescente, era un enfermo viendo películas porno, con el tiempo y al ir viviendo esas mismas experiencias que antes solo podía fantasearlas a través de la TV, fuí perdiendo el interés por este tipo de “arte”, prefiriendo las películas eróticas suaves, y hoy día ya ni eso! (y no crean que es falta de apetito sexual, nooo!).

Ese morbo por el “voyeurismo literario” me recuerda el deseo que tenía yo cuando adolescente de contarles a todos mis amigos hasta la más minima experiencia sexual que haya tenido, con lujo de detalles y, claro, agrandando y exagerándolo todo a mi conveniencia. Al pasar el tiempo, comprendí que eso no era decente ni caballeroso para las mujeres que depositaron su confianza en mí, hasta el punto de entregarme sus cuerpos desnudos para el disfrute mutuo.

Ya, hoy día, se me hace difícil hablar de con quien tuve una experiencia sexual o no, y mucho menos relatarla con detalles. Esas Autoras Blogueróticas, con sus historias novelescas de nuevas y excitantes aventuras sexuales cada semana, me traen a la mente un personaje de películas, que casi siempre aparece en los dramas donde hay un héroe o galán que quiere hacer el bien pero en su camino aparece siempre un tropiezo, mas bien una distracción que casi siempre lleva a nuestro héroe al fracaso… los franceses llamaron a esta figura la “Femme Fatale”.

En las películas de la edad de oro de Hollywood, esta Femme Fatale casi siempre era una rubia alta, voluptuosa, de vestido rojo ceñido, tacones altos, y una actitud seductora irresistible. Ella era la que se le aparece en la habitación al galán, con una copa de champagne, y lo seduce para acostarse con él, mientras los malvados hacen de las suyas. Ella es la que ya no está en la cama al día siguiente, y cuando el galán despierta se da cuenta que fue otra víctima mas de la Femme Fatale!

Ahora, en la vida real hay muchas de estas Femme Fatales, solo que no son todas rubias, ni altas, ni usan tacones altos, ni andan por ahí con una copa en la mano seduciendo a la franca a todo el mundo, no. Hay, sin embargo, algunos estilos diferentes de Femme Fatales muy famosas en la historia de la vida real, comenzando con Mata Hari, una Belly-Dancer muy sensual, que con sus encantos seducía a hombres importantes para sacarles secretos de guerra en la cama, ya que ella era una espía encubierta, hasta que sus víctimas la atraparon y la fusilaron por alta traición.

Otro de muchos casos, para mí, es el de Anaís Nin, la escritora de multiples Best-sellers eróticos, quien describe en sus libros sus numerosos y tórridos encuentros sexuales con hombres, mujeres y ambos, hasta que conoció al también escritor y autor del famoso libro “Trópico de Cáncer” Henry Miller, cuyo romance con él fue tan intenso y carnal que casi lleva a Miller al borde de la locura.

Otro caso muy particular de Femme fatale es el de una mujer que representa un símbolo para la cultura Mexicana, y en verdad no se que la hace mas famosa, si sus famosos autoretratos, sus posiciones nacionalistas, o su vida sexual y matrimonial… me refiero a la eterna Frida Kahlo.

Frida Kahlo nació enferma, contrajo Polio cuando niña, dejándole con dolor y dificultad para caminar. Para colmo, a los 18 años sufrió un accidente de tráfico que le destruyó múltiples huesos, le desgarró el útero y la obligó a pasar por múltiples cirugías durante su vida, y la condenó a sufrir de dolor y esterilidad hasta su muerte. Pero, los que conocieron a Frida están de acuerdo en algo… esa mujer coja, pequeña, enferma, con las cejas unidas y un bigotito en ciernes, destilaba una sensualidad salvaje, que la percibían tanto hombres como mujeres.

Frida era bisexual, y con orgullo. Por su cama desfilaron hombres tan apetitosos como las mujeres que ella también conquistó, hasta que conoció a Diego Rivera, un señor 20 años más viejo, gordo rechoncho, pero un prodigio del arte mural, y un gran amante.

Frida y Diego vivieron un romance digno de película (de hecho ya hay una), donde la regla era: Frida, mi amor, te puedes acostar con toodas las mujeres que quieras, a mi no me importa, al contrario… pero desde que te acuestes con otro hombre, ahí sí terminamos!, y así fue la vida de ambos, hasta que un día llegó a México un exiliado político de Rusia, León Trotsky, abogado, escritor y políglota que hablaba fluído mas de 6 idiomas, incluyendo el español.

Trotsky conoció a la pareja en una reunión social, se hizo amigo de ambos, y Diego le ofreció estadía en su casa, mientras se establecía en México. Poco después de vivir en la casa de ambos, Diego descubrió que su esposa Frida se acostaba nada menos que con León Trotsky en su misma casa, y ese fué el fin de Frida y Diego.

Para mí, la Femme Fatale de hoy día, de la vida real, es aquella que te atrae con sus mieles, y cuando pruebas de esa miel, entonces te mata con su veneno.

Lo que hace a la Femme Fatale de hoy día alguien tan peligroso es lo seductor de sus néctares, como hacen que se te vuelva la boca agua con sus historias cargadas de sexo ardiente, libre y apasionado, como te seducen con atractivos exóticos como orgasmos múltiples y sobrehumanos, experimentar con ella y otras mujeres en noches de orgías desinhibidas y salvajes, y ahí, cuando ya estas enredado en la telaraña de placer y sexo, entonces, al mirar a tu alrededor, te das cuenta de lo que en verdad pasó… fuíste otra victima mas de la Femme Fatale!. Te morderá, te chupará tu sangre, te inyectará su veneno, te tirará como otro desperdicio más, e irá en búsqueda de su otra víctima.

Mi amigo Juan fué víctima de una de esas y, hoy, esas Autoras Blogueróticas me lo acordaron.

Bueno, son las 2:00 am. Ya me voy a acostar.

sábado, 12 de abril de 2008

Cuentos cortos de mi amigo Juan

“Ayúdeme a matar a mi mujer”

Llega al consultorio de Juan un señor alto, fuerte, de unos 45 años, con unos lentes Ray-Ban que le daban un tono tenebroso a sus ojos, un sombrero vaquero y unos amplios y frondosos bigotes rubios.

-Buenas tardes, doctor, puedo pasar?, Le dice el señor a Juan en un perfecto inglés.

-Si, si, pase, Le responde Juan en inglés.

El Señor le da la mano Juan y se sienta, con mucha parsimonia, al tiempo que se quita el sombrero dejando al descubierto una cabellera rubia y canosa.

-Antes que nada, doctor, quiero que me asegure que lo que yo hable aquí quede dentro de la más estricta confidencialidad.

-Claro, no se preocupe por eso, le replica Juan con curiosidad.

-Mire, doctor, -empieza a decir el señor sin quitarse los lentes de sol, y con un temple de voz firme y sereno-, mi esposa y yo somos de Canada. Mi esposa tiene cáncer, y ya está en un estado terminal, donde ya no hay nada que hacer. Ella está bajo muchos sedantes y analgésicos porque el dolor que ella sufre es insoportable, y los médicos no saben cuanto tiempo ella durará así.

-El asunto es, doctor, -continua diciendo el señor sin inmutarse,- que en muchos países es legal que se le ayude a un paciente a terminar con su dolor y sufrimiento en casos así, pero en mi país eso aún no es legal, por lo que los médicos allá no me han querido ayudar en eso. Por eso vine aquí, Doctor, para preguntarle: usted puede ayudarme a terminar con la vida de mi esposa?

A Juan le tomó unos segundos volver a pestañear, y respiró profundo.

-Lamento decirle que no puedo ayudarlo en eso,-respondió Juan en el mismo tono firme y sereno-, ya que eso seria un crimen y aquí la eutanasia activa esta penada por ley, aparte de que iría en contra de mis principios. Lo siento mucho.

-No, no hay problema, doctor, usted está en todo su derecho, solo vine a saber si eso era posible aquí con usted.

El señor se incorpora, colocándose el sombrero, le da la mano a Juan y le dice en tono muy calmado:

-De todas formas, yo tengo un amigo en Canada que es veterinario, y supongo que si él puede matar a un caballo, bien puede ayudarme a mí a matar a mi mujer. Gracias doc, le debo algo?

-No, no, nada. Pase buenas tardes.

viernes, 11 de abril de 2008

40 y 20

Últimamente he estado en contacto muy cercano con este tipo de relaciones: ella, jovencita, de unos 19 o 20 años y el, ya un señor viejo, de mas de 40 años, a veces de hasta mas de 60. No es tan frecuente ver lo mismo a la inversa, o sea, un jovencito con una mucho mayor, aunque también lo he presenciado en estos días, y casualmente puedo reconocer algunos factores comunes en esas relaciones. Quizás hasta podría unirlas todas y narrarlas en una sola historia, déjame ver…

El hombre, de mayor edad, usualmente divorciado luego de un matrimonio largo y fructífero, que quizás por la monotonía o por la incompatibilidad recién descubierta luego de que los hijos crecen y se van alejando, decide explorar nuevamente la vida de soltero, disfrutando ahora de la estabilidad económica que no poseía antes, además de ser el amo de su destino, y con una experiencia emocional que el mismo hubiese envidiado cuando joven.

Ella, en la flor de su juventud, ya ha tenido varios novios, y sabe que lo mas que puede conseguir con uno de los jevitos que ha salido es mucho sexo salvaje, una barriga mal planeada, quizás un matrimonio inestable con un joven que se le para con cada falda que le cruza al frente, y años de trabajos y sacrificios hasta que uno de ellos pueda echar hacia adelante y madure.

Ella ve a su alrededor y nota como es objeto de admiración de todos los hombres, muchos de ellos mayores que su propio padre, algunos incluso son amigos de su padre, y ve también con la esplendidez con que ellos le ofrecen salir al restaurant mas caro, irse de fin de semana al Resort mas lujoso, cuando llega a un lugar a comprar algo le ofrecen pagarle la cuenta, no importa cuan cara sea la cuenta, y eso le va llenando los ojos, y lo compara con su pobre noviecito que a duras penas puede sacar de su quincena unos pocos cheles para invitarla a Burguer King y al cine.

A la jovencita le dicen: “Mija, no seas pendeja, hazle caso a ese viejo! Tu no ves que ese hombre tiene billetes?, y te va a poner como una reina, en tu propio apartamento, con tu buena jeepeta, y sin dar un golpe?, que tu crees que vas a sacar con ese jevito culo-cagao que tu tienes??” y ella finalmente abre los ojos… seré yo la cenicienta?

Así es como el viejito un día ve a la jovencita, la saluda desde su jeepeta, se baja, muy cortésmente le inicia una conversación banal para ganar su atención y de paso presentarse mutuamente, amen del intercambio de números telefónicos. El pobre Jevito no sabe lo que le espera... él muy ilusionado con su bomboncito de mujer, haciendo planes para el futuro, construyendo castillos en el aire donde viviría con su princesita, sin saber que su amada está por su lado gestionando su propio castillo muy real, de varilla y cemento, financiado por quien será su dueño y señor.

Así, el resto de la historia ya todos la saben: los padres vueltos locos de alegría por la suerte que tiene su niñita linda, los hijos del viejo vueltos locos de ira por las loqueras de papi, los amigos de ambos muertos de la risa, y el jevito de ahí en adelante tendrá que conformarse con uno que otro escape a un motelito con ella para recordarle lo bueno que es una verga de 21 años.

“El amor y el interés se fueron al río un día…”

…Y, vivieron felices para siempre?

Noo!!, que lindo hubiera sido un final así, pero lamentablemente la historia no acaba ahí…

Ella queda embarazada, y aunque a ella no le faltará nada, ni a su hijo, empieza a sentir la presión de la familia de él, que la ven a ella como una arpía que se le metió a su papi por los ojos para quitarle su dinero y usurparle el lugar que tienen sus hijos. Así, le harán la vida imposible, le harán el “fó” en las reuniones familiares, la tratarán siempre con burlas y con un dejo de superioridad sobre ella, y le recalcarán siempre a su papi que no se le ocurra comprar nada a su nombre, sino que lo ponga a nombre de sus hijos mayores, para que “esa” no se lleve la mitad de todo.

Aquí, la historia se divide en dos finales, dependiendo de qué actitud tome la pobre cenicienta del cuento de hadas…

Llegará el divorcio, quizás por el hastío de la presión de la familia de él, o por iniciativa de él, harto ya de la misma presión, mas ese sentimiento corrosivo de que le están pegando los cuernos, o quizás porque finalmente, después de tanto sexo, ambos descubran que ya no tienen de que hablar, que no tienen nada en común que compartir, más que sus experiencias juntos. Ahí ella se podrá servir con la tajada grande, porque quizás se quede con su vehículo, quizás con su apartamento, pedirá una manutención sustancial, y sabe que ese niño tendrá su vida resuelta y ella podrá luego rehacer su vida sin esa preocupación en mente.

Talvez se encuentre nuevamente con su antiguo novio de juventud, y al verse ella en la posición en que ahora está, diga para sí misma: “Que bien hice yo al dejar a este por mi ex.!”.

Quizás tengan un affaire.

La otra salida es la de no salirse. Ella, quizás por lealtad, quizás por amor, o más probablemente por miedo a perder la estabilidad alcanzada, se aferrará a esa relación con uña y dientes, y cuidará de ese hombre como Dios manda. A pesar de cualquier infidelidad ocasional de ambas partes, ella sobrellevará todo eso con tal de no perder.

El Viejo se irá poniendo más viejo, y ella pasará poco a poco de ser esposa-amante, a ser esposa-madre, a esposa-cuidadora, y se encontrará un día con su antiguo jevito, su noviecito de años atrás, convertido en todo un jefe, un empresario, un ejecutivo en su carro de lujo, con un cuerpo atlético gracias al Gym, unas cuantas canas y una sonrisa de satisfacción por lo que la vida le ha dado que no se le borra con nada. El la ve a ella, ajada, con la piel algo marchita, la cara amargada, aunque con un cuerpo aun sexy por las cirugías, pero con la mirada cansada, triste, como de alguien preso en su propia carne, deseosa de salir y ser libre otra vez.

Ella lo ve, se queda pensando y dice para sí: “qué hubiera sido de mí si me hubiera quedado con él?”.

El dice para sí: “Gracias a Dios que ella me dejó por él!”.

viernes, 4 de abril de 2008

Puedo escribir los versos...

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella tambien me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo tambien la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo, sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, mas inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocio.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche esta estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta, a lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos arboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo bronceado. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero talvez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
Y estos los últimos versos que yo le escribo.


Pablo Neruda.

martes, 1 de abril de 2008

Pobre Niña…

Mientras escuchaba una canción de la 5ta estación, me vino a la mente otra historia de mi amigo Juan.

Me contó de una niña, que desde muy niña sintió la falta de amor en su hogar, ese vacío que se forma en el alma cuando los padres se separan y no piensan en las víctimas inocentes a su alrededor. Esa niña, no tan niña, estaba en el umbral de su adolescencia, en ese punto crítico donde ella piensa como una bebé pero comienza a sentir y a verse como adulta, y no lo entiende o, peor aún, no sabe que hacer con eso.

Esta pobre niña, sedienta de amor, nota como los demás le prestan atención. Antes ella pasaba desapercibida, como una sombra amorfa sin importancia, pero ahora ya no! Ahora ella presenta los esbozos de una silueta muy sexual, unas caderas prominentes, unas nalgas redonditas y firmes, unos pechos sensuales y siempre erectos, y se empezaba a notar una picardía muy sugestiva en su sonrisa, muy natural y espontánea.

La niña, al ver como los hombres comienzan a notarla, empieza a tentar, a ver… si ellos me miran, quizás estén interesados en mí, quizás me quieran como soy, quizás me den cariño, quizás… me den amor!

Y así es como esta pobre niña, quien solo necesitaba de un amor sincero, incondicional, mimado, como solo sus padres podían darle, terminó un buen día, algunos años después, mirándose al espejo: ya no es la niña de antes. Ya su cuerpo no es el mismo de cuando tenía 14, ni su vida es la misma. Ella era inteligente y lo sabía, por eso ella quería ser alguien importante, estudiar, hacerse profesional y triunfar para que sus padres sintieran orgullo por ella… hoy ni eso puede ella mostrar. Por el contrario, su deseo de ser amada la llevó de brazos en brazos, de cama en cama, de marido en marido, de amante en amante, incluso de mujer en mujer, todos dejándole una marca indeleble en su corazón, en su cuerpo, en su vientre y en su reputación.

Ahí se vé. La que una vez fué una niña inocente, llena de un futuro rico en oportunidades, ahora luce cansada, con el cuerpo abatido por los embarazos, los partos y las cesáreas, el corazón sucio y macerado, y una historia de mil y una noches de placer vano y lujuria, todo por alcanzar ese néctar que tanto anhela, ese sentimiento que llene el vacío en su alma, esa sola gota que la hará reverdecer como una flor en primavera… eso que llaman amor!

Dónde hallará el amor esa pobre niña? Será en los brazos de otro hombre? O, quizás, de otra mujer?

Juan me dijo que él también trató de darle ese amor, pero no fué suficiente.

Yo, sin embargo, creo saber exactamente dónde ella puede hallar ese amor en abundancia y para siempre.

… En Dios.

viernes, 28 de marzo de 2008

AMOR QUIMICO??

Recientemente leí en uno de los diarios gratuitos de la mañana un articulo que me llamo la atención. Estaba dentro de la sección de farándula, como queriendo darle un toque de banalidad al asunto pero, aun así, lo tome con la seriedad que el tema imponía.

Resulta a ser que en España, específicamente en Barcelona, capital de Cataluña, hay un instituto científico llamado Centro de Regulación Genómica de Barcelona, donde una neurobióloga muy prestigiosa, la Dra. Mara Dierssen, esta realizando unos estudios muy interesantes sobre el comportamiento químico del cerebro humano.

La Dra. Dierssen, luego de múltiples experimentos y análisis comparativos, ha llegado a la siguiente definición de lo que es el amor: “El amor no es más que una adicción química entre dos personas” y añade que dichas alteraciones químicas generan sustancias como la dopamina, responsable de la sensación de atracción, o la serotonina, implicada en los pensamientos obsesivos.

La Dra. Dierssen también revelo otro interesante hallazgo de sus investigaciones, esta vez confirmando el conocido refrán de que “el amor es ciego”: las personas enamoradas pierden la capacidad de criticar a sus parejas, o sea, son incapaces de ver sus defectos. La explicación científica es que, en los casos de amor romántico y amor maternal, se estimula unas zonas específicas del cerebro pero, al mismo tiempo, se inhibe otra zona del cerebro encargada del juicio social y de la evaluación de las personas. Según la investigadora Catalana, estos hallazgos se reproducen por igual en humanos como en animales.

Me sorprende como cada día vamos dándole explicaciones perfectamente lógicas y demostrables a lo que para nosotros es mágico, sobrehumano, y divino. Quizás, próximamente, descubrirán el remedio para uno no enamorarse, algo así como un Prozac.

Talvez, en un futuro no muy lejano, tengamos un mundo lleno de violencia (a la que no se le ha hallado razón química), lleno de drogadictos (a los que no se le ha hallado cura definitiva), lleno de personas con VIH (al que no se le ha hallado cura ni vacuna aún), lleno de hambrientos (a los que nadie les importa), pero si habremos erradicado de la faz de la tierra esa plaga que tanto daño le ha hecho a la humanidad… el amor.

miércoles, 19 de marzo de 2008

No es lo mismo.

Ok, vamos a ver... todos hemos tenido alguna experiencia en el amor y el inacabable juego de las relaciones sentimentales, y hemos visto pasar frente a nuestros ojos y a nuestros corazones un singular desfile de seres humanos, y todos han dejado una marca en nuestro musculo cardíaco, como el hierro ardiente que le pegan al ganado en los glúteos para marcarlos por siempre.

Cada experiencia amorosa es única e irrepetible, y cada vez que sufrimos un desamor pasamos por lo mismo, bueno, al menos yo y el personaje del que me referiré a continuación. Algunos tenemos la ansiedad vital de estar con alguien mientras pasamos la cruda, alguien que al final resulta ser una especie de victima circunstancial, mas aún, una especie de pastillita para el alma, como la que le dan los psiquiatras a sus pacientes cuando tienen una crisis nerviosa, y le dicen: "tómate esta pastillita todas las noches mientras te sientas mal, y cuando te sientas mejor la dejas de tomar" y así, como la pastillita, al final botas el frasco y la dejas.

Ese es el caso de Juan, un amigo al que el juego del amor no le sale muy bien, porque casi siempre termina perdiéndolo todo, quizás por no saberlo jugar bien.

Juan está pasando por la cruda mas fuerte de lo que tiene uso de memoria. Es el desamor que venció a todos los desamores! La cruda del siglo, una mezcla de depresión, ansiedad, frustración y rabia que simplemente no le pasa por la garganta y no la puede escupir o vomitar, que afecta todo su cuerpo como una mala digestión, con cólicos y todo, pero no hay digestivo que valga. Su "sopita de pollo para el alma" son los pocos amigos que le quedan (bueno... amigas) con quienes gasta todos los minutos de su celular hablando y escuchando lo mismo que le han dicho una y mil veces ya pero, por algún sentimiento masoquista, se siente mejor al oírlo otra vez.

Así está él, en su peor momento, cuando todo lo ve gris y brumoso, cuando todo le huele a nada, cuando la música no le significa nada mas que una serie de ruidos acompasados, cuando ya nada siente y todo es nada... ahí aparece ella.

Bueno, realmente no apareció. Ella siempre había estado ahí, lo que pasa es que en situaciones normales él nunca se hubiera percatado de su presencia, ni ella hubiese sentido ese impulso de llamarlo un día para ver como el estaba, ya que se enteró de lo que le había pasado. Esa llamada se extendió por horas y horas, días y días, lagrimas y lagrimas, consuelos que por el teléfono sonaban como un suspiro tibio que le calentaba el alma, haciendo que él acariciara el auricular como si fuera una mejilla, su mejilla.

Juan no se acuerda bien que pasó, porque su despiste en estos días alcanza su mayor nivel, sólo sabe que entre llamada y llamada, hablando de todo y de nada, ella le habló de algo... él lo tomó un poco mas allá y le propuso algo... ella hizo un silencio corto y le dijo que pasara por su casa, que ella también estaba aburrida, y estaba sola, y así podían compartir juntos... recuerda haber ido a pies, no importo que tan lejos era, simplemente llegó, sin darse cuenta, y ella le abrió la puerta.

Tampoco se acuerda quien lo inició, si fue él o ella. El piensa que fue él, pero prefiere pensar que no. Fue un beso largo, apasionado, tornándose de momentos algo salvaje, como si dos fieras con hambre hubiesen olido la sangre del otro. Y es que para él era como una catarsis, una explosión incontrolada de todo lo que sentía y le atoraba. Quería comérsela, literalmente, quería que su lengua pudiese llagar mas allá, que sus labios pudiesen abarcar mas, que sus dientes pudieran penetrar en ella y succionar su esencia. La deseaba, estaba poseído por sus instintos mas primitivos. Ella se dejaba llevar. Desde hace mucho tiempo sentía algo por él, pero nunca dijo nada porque sabía que él tenía a alguien y ella respetaba eso. Ahora ella era su confidente y, verlo así tan vulnerable, despertó en ella un sentimiento muy tierno, como un instinto maternal de protegerlo y cuidarlo, mezclado con un deseo inaguantable de sentirlo muy dentro de ella..

Juan tenía los ojos cerrados. No veía nada a su alrededor, ni siquiera a ella. Solo sentía, tocaba, mordía, agarraba y empujaba, mientras ella sutilmente le iba indicando el camino. Juan estaba en trance, todo pasaba como un sueño muy extraño, pero muy vívido, y sentía cada caricia, cada beso, cada movimiento de su sexo con una intensidad electrizante, y con cada oleada de placer dejaba escapar gemidos sin ninguna inhibición, como si nadie le escuchara. Juan no abría los ojos.

Juan se sentía en el cielo, como hace mucho no podía sentirse. Pensaba, en medio del placer, como eso le hacía recordar los mejores momentos de su pasada relación, como el sentía cuando estaba con quien antes compartía su cama y su vida, la increíblemente perfecta forma de acoplarse, como incluso podía hasta sentir su piel, tan suave que solo le bastaba con acariciarla para llegar al cielo, tan tibia, la forma en que ella se contorneaba y gemía de placer, al mismo ritmo, como un baile donde uno va al paso del otro, sintiéndose al final como un solo cuerpo... Juan no podía mas, no aguantaba el placer, estaba en el éxtasis, en la gloria, estaba a punto de gritar, de gritar su nombre, su nombre pero... cual nombre?

Juan abrió los ojos. No era un sueño, pero ahora prefería que lo hubiera sido. Se entregó por entero a un momento de placer y, sin darse cuenta, terminó haciendo el amor con quien en verdad quería hacerlo.

Juan la miró, y volvió a cerrar los ojos. Ella se recostó sobre su pecho, lo mira y le pregunta: "que pasó, mi amor?, no te gustó?". El le dijo, con los ojos aun cerrados: "claro que sí, mi amor!", mientras decía para sí mismo: "que va! ...es que no es lo mismo".

lunes, 17 de marzo de 2008

Saludos!

Esta es una pequeña ventana desde un rincón de mi alma desde donde puedes ver todo lo que yo soy, lo que no quiero ser y, quizás, lo que eres tú.

Estoy empezando a andar por estos nuevos caminos de blogs y postear, así que cualquier novatada o sugerencia, por favor díganmela, para ponerme a tono con el resto de la comunidad

Estaré escribiendo frecuentemente de lo que sea, a ver que área de mi alma deseo explorar, o hasta que vea cual le gusta mas a ustedes.

Hasta el próximo!