sábado, 19 de abril de 2008

La “Femme Fatale”

No podía dormir (oye, esta vaina de los blogs de verdad que envicia a uno!). Estaba muy cómodamente acostado en mi cama, pero aun así, mis ojos no paraban de moverse, y sentía algo incomodo, como una ansiedad por algo, y me dí cuenta de que necesitaba escribir!. Me paré, me vestí, y salí a las 12:30 de la madrugada hacia mi oficina, porque ahí fué que dejé mi laptop, solo para abrir una página de Word en blanco…

Que escribo?, me pasan mil cosas por la mente, déjame agarrar una… Ah!

Personalmente tengo la firme convicción de respetar el derecho ajeno a expresar cualquier cosa, siempre que no haga daño a otro, por eso escribo aquí. Aunque, debo confesar mis gustos (a los cuales también tengo derecho). Estuve navegando por la populosa Blogósfera Dominicana, y me encontré muchos Blogs de relatos eróticos, sexuales, de todo tipo.

Confieso que la mayoría me sorprendieron, literalmente, unos por lo explícito de sus relatos, y otros por lo poético y la forma metafórica de describir lo mismo, y lo más sorprendente es que todos estan escrito por mujeres! pero, por mas que me encante leer relatos eróticos de experiencias sexuales ajenas, no dejo de pensar lo mismo… una experiencia sexual, ya sea un simple agarre por puro placer, o la unión de dos almas que se aman a través de sus cuerpos, debería ser un acto íntimo, para el solo disfrute de la pareja que lo hace, o de quienes lo hacen, si son mas de dos.

Quizás soy yo que estoy un poco anticuado, o quizás es por la experiencia acumulada, pero yo que antes, cuando adolescente, era un enfermo viendo películas porno, con el tiempo y al ir viviendo esas mismas experiencias que antes solo podía fantasearlas a través de la TV, fuí perdiendo el interés por este tipo de “arte”, prefiriendo las películas eróticas suaves, y hoy día ya ni eso! (y no crean que es falta de apetito sexual, nooo!).

Ese morbo por el “voyeurismo literario” me recuerda el deseo que tenía yo cuando adolescente de contarles a todos mis amigos hasta la más minima experiencia sexual que haya tenido, con lujo de detalles y, claro, agrandando y exagerándolo todo a mi conveniencia. Al pasar el tiempo, comprendí que eso no era decente ni caballeroso para las mujeres que depositaron su confianza en mí, hasta el punto de entregarme sus cuerpos desnudos para el disfrute mutuo.

Ya, hoy día, se me hace difícil hablar de con quien tuve una experiencia sexual o no, y mucho menos relatarla con detalles. Esas Autoras Blogueróticas, con sus historias novelescas de nuevas y excitantes aventuras sexuales cada semana, me traen a la mente un personaje de películas, que casi siempre aparece en los dramas donde hay un héroe o galán que quiere hacer el bien pero en su camino aparece siempre un tropiezo, mas bien una distracción que casi siempre lleva a nuestro héroe al fracaso… los franceses llamaron a esta figura la “Femme Fatale”.

En las películas de la edad de oro de Hollywood, esta Femme Fatale casi siempre era una rubia alta, voluptuosa, de vestido rojo ceñido, tacones altos, y una actitud seductora irresistible. Ella era la que se le aparece en la habitación al galán, con una copa de champagne, y lo seduce para acostarse con él, mientras los malvados hacen de las suyas. Ella es la que ya no está en la cama al día siguiente, y cuando el galán despierta se da cuenta que fue otra víctima mas de la Femme Fatale!

Ahora, en la vida real hay muchas de estas Femme Fatales, solo que no son todas rubias, ni altas, ni usan tacones altos, ni andan por ahí con una copa en la mano seduciendo a la franca a todo el mundo, no. Hay, sin embargo, algunos estilos diferentes de Femme Fatales muy famosas en la historia de la vida real, comenzando con Mata Hari, una Belly-Dancer muy sensual, que con sus encantos seducía a hombres importantes para sacarles secretos de guerra en la cama, ya que ella era una espía encubierta, hasta que sus víctimas la atraparon y la fusilaron por alta traición.

Otro de muchos casos, para mí, es el de Anaís Nin, la escritora de multiples Best-sellers eróticos, quien describe en sus libros sus numerosos y tórridos encuentros sexuales con hombres, mujeres y ambos, hasta que conoció al también escritor y autor del famoso libro “Trópico de Cáncer” Henry Miller, cuyo romance con él fue tan intenso y carnal que casi lleva a Miller al borde de la locura.

Otro caso muy particular de Femme fatale es el de una mujer que representa un símbolo para la cultura Mexicana, y en verdad no se que la hace mas famosa, si sus famosos autoretratos, sus posiciones nacionalistas, o su vida sexual y matrimonial… me refiero a la eterna Frida Kahlo.

Frida Kahlo nació enferma, contrajo Polio cuando niña, dejándole con dolor y dificultad para caminar. Para colmo, a los 18 años sufrió un accidente de tráfico que le destruyó múltiples huesos, le desgarró el útero y la obligó a pasar por múltiples cirugías durante su vida, y la condenó a sufrir de dolor y esterilidad hasta su muerte. Pero, los que conocieron a Frida están de acuerdo en algo… esa mujer coja, pequeña, enferma, con las cejas unidas y un bigotito en ciernes, destilaba una sensualidad salvaje, que la percibían tanto hombres como mujeres.

Frida era bisexual, y con orgullo. Por su cama desfilaron hombres tan apetitosos como las mujeres que ella también conquistó, hasta que conoció a Diego Rivera, un señor 20 años más viejo, gordo rechoncho, pero un prodigio del arte mural, y un gran amante.

Frida y Diego vivieron un romance digno de película (de hecho ya hay una), donde la regla era: Frida, mi amor, te puedes acostar con toodas las mujeres que quieras, a mi no me importa, al contrario… pero desde que te acuestes con otro hombre, ahí sí terminamos!, y así fue la vida de ambos, hasta que un día llegó a México un exiliado político de Rusia, León Trotsky, abogado, escritor y políglota que hablaba fluído mas de 6 idiomas, incluyendo el español.

Trotsky conoció a la pareja en una reunión social, se hizo amigo de ambos, y Diego le ofreció estadía en su casa, mientras se establecía en México. Poco después de vivir en la casa de ambos, Diego descubrió que su esposa Frida se acostaba nada menos que con León Trotsky en su misma casa, y ese fué el fin de Frida y Diego.

Para mí, la Femme Fatale de hoy día, de la vida real, es aquella que te atrae con sus mieles, y cuando pruebas de esa miel, entonces te mata con su veneno.

Lo que hace a la Femme Fatale de hoy día alguien tan peligroso es lo seductor de sus néctares, como hacen que se te vuelva la boca agua con sus historias cargadas de sexo ardiente, libre y apasionado, como te seducen con atractivos exóticos como orgasmos múltiples y sobrehumanos, experimentar con ella y otras mujeres en noches de orgías desinhibidas y salvajes, y ahí, cuando ya estas enredado en la telaraña de placer y sexo, entonces, al mirar a tu alrededor, te das cuenta de lo que en verdad pasó… fuíste otra victima mas de la Femme Fatale!. Te morderá, te chupará tu sangre, te inyectará su veneno, te tirará como otro desperdicio más, e irá en búsqueda de su otra víctima.

Mi amigo Juan fué víctima de una de esas y, hoy, esas Autoras Blogueróticas me lo acordaron.

Bueno, son las 2:00 am. Ya me voy a acostar.

5 comentarios:

@MerlynAC dijo...

solo pasando a saludar y agradecerle las visitas.. nice blog :P

Argénida Romero dijo...

Wao...me encanto este post. Frida, que historia...Pedro Guerra tiene una canción sobre esa historia, ahora no recuerdo el titulo... bueno, ya me acordare.

La Femme Fatale...jiji...supongo que a algunos hombres también le cabe lo de Fatale, pero esa es otra historia.

No pude evitar reirme cuando leí los primeros párrafos. Ha eso se llama ganas de escribir.

Abrazos

Argénida Romero dijo...

Perdón....puse una H de más...Ay Dios! jiijiji

Ciao

"Alex G." dijo...

Gracias por tus comments, Argénida!
No pensé que a alguien mas que a mí le pudiera gustar lo que escribo, y eso me satisface mucho!
Espero verte a menudo por aquí, mientras yo descanso en tu jardín de rosas.
Hasta luego!

Carolin Guzmán dijo...

Hola! Que gusto ha sido leerte. Me encanta la forma en que te expresas y lo que expresas. Creo que te estaré visitando muy a menudo.
Ya veo que no soy la única que piensa que hay cosas que definitivamente se guardan para uno y eso no significa que sea aburrida o muy anticuada, es cuestión de valorarse.