jueves, 17 de julio de 2008

Lo que yo quiero

Que nadie me conozca y que nadie me quiera.
Que nadie se preocupe de mi triste destino.
Quiero ser incansable y eterno peregrino,
Que camina sin rumbo porque nadie le espera.

Que no sepan de mi vida ni yo sepa la ajena.
Que ignore todo el mundo si soy triste o dichoso.
Quiero ser una gota de un mar tempestuoso
O en inmenso desierto un granito de arena.

Caminar mundo dentro, solo, con mis dolores.
Nómada, sin amigos, sin amor sin anhelos.
Que mi hogar sea el camino y mi techo sea el cielo,
Y mi lecho las hojas de algún árbol sin flores.

Cuando ya tenga polvo de todos los caminos,
Cuando ya este cansado de luchar con mi suerte,
Me lanzaré en la noche sin luna de la muerte
De donde no regresan jamás los peregrinos.

Y morir una tarde cuando el sol triste alumbre.
Descendiendo un camino,
O ascendiendo una cumbre,
Pero donde no haya quien me pueda enterrar.

Que mis restos, ya polvo,
Los disipen los vientos
Para cuando ella sienta remordimiento,
No se encuentre mi tumba ni me pueda rezar.

Héctor J. Díaz

4 comentarios:

Dra. Bennet dijo...

Nada te asegura que ella tendra remordimientos, por eso las cosas no se hacen para un fin sino para disfrutar del camino.

"Alex G." dijo...

Hola, Dra!

Estoy de acuerdo, pero el poema esta escrito asi.
Tampoco comparto la ultima estrofa, pero el resto refleja muy bien mi estado de animo actual.

...Gracias por visitarme!

Gigi German dijo...

Hola :) El poema esta bonito, aunque no comparto algunas ideas... Y tu mi niño, por que te sientes asi?... La vida es tan hermosa, tan cortita, este dia es una bendición, ya vas a ver que en poco tiempo, todo tomará su curso, asi será.

Tambien te agregué a mis favoritos!!! Gracias :) Un besito, pasa un encantador Domingo, hoy en NJ el dia esta perfecto.

:)

Gigi

Carolin Guzmán dijo...

Busca dentro de ti aquello que te haga sentir bien. Cuando ocurren cosas en nuestra vida que nos quitan hasta las ganas de vivir, es solo una forma de ver que en la vida no todo es color de rosa, y que de los tropezones siempre se aprenden grandes cosas. Espero que ya te sientas mucho mejor.

Un abrazo.